El átomo es la unidad más pequeña de un elemento químico que mantiene su identidad o sus propiedades, y que no es posible dividir mediante procesos químicos. Se ha comprobado que si existen unidades más pequeñas que el átomo, pero esto es otro tema. El átomo consta de un núcleo donde encontramos loa protones cargados positivamente y los neutrones sin carga. Y alrededor del núcleo en orbitas, se mueven los electrones cargados negativamente, formando con su totalidad entre cargas positivas y negativas el equilibrio. Cuando este equilibrio se pierde, porque uno o varios de sus electrones quedan desaparejados se generan lo que se llama radicales libres. es decir los radicales libres son moléculas inestables que han perdido uno o varios electrones produciendo que la molécula o átomo sea altamente reactivo. Como todo en la naturaleza busca el equilibrio, por lo tanto el átomo o molécula buscara los electrones que les falta en otra molécula para conseguir su estabilidad, provocando que la molécula a la que le ha robado el electrón se convierta en radical libre, produciendo así una cadena.
El oxigeno es una molécula muy necesaria para el buen funcionamiento de esta maquina perfecta que es el cuerpo humano, aun que también tiene otra cara de la moneda, el oxigeno es una molécula altamente reactiva, pudiendo también dañar a los seres vivos. Pero el organismo tiene una compleja red enzimas y metabolitos antioxidantes como el ADN, proteínas, lípidos… que trabajan para prevenir y ayudar al cuerpo al proceso oxidativo dañino.
El cuerpo humano esta formado por millones de células, cada célula esta formada por moléculas y las moléculas son grupos de uno o varios átomos unidos por enlaces químicos, si una de estas moléculas pierde su electrón, robara ese electrón de otra célula o átomo convirtiéndola en radical libre, produciendo una reacción en cadena dañando diferentes células de diferentes órganos del cuerpo.
El metabolismo de los alimentos entre otros procesos normales del cuerpo humano producen radicales libres. Los alimentos se tienen que convertir en energía para poder alimentar el cuerpo, esta energía se llama ATP (Trifosfato de adenosina), seria el combustible para el buen funcionamiento celular.
El ATP se genera de forma constante en las mitocondrias, que se encuentran dentro de las células, para formar ATP hay que descomponer el oxigeno en radical libre. En la respiración se produce un proceso oxidativo, en el cual la glucosa y los ácidos grasos oxidan el oxigeno produciendo ATP( alimento para las células) y energía.
El sistema inmunológico también genera radicales libres pudiendo matar organismos invasores que pueden dañar el cuerpo human.
El llamado estrés oxidativo es causado por el desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad de nuestro sistema biológico para neutralizar rápidamente las reacciones intermedias y repara el daño que pueden causar en el organismo, es decir, prevenir el envejecimiento celular.
El cuerpo humano es una maquina perfecta, nosotros somos la que destruimos esta máquina, el cuerpo humano tiene mecanismos y sistemas de defensa internos para neutralizar los radicales libres, son los llamados ANTIOXIDANTES. Los antioxidantes son moléculas capaces de inhibir la oxidación causada por los radicales libres, cediendo electrones de forma natural y así no se pierde su equilibrio.
Tenemos antioxidantes naturales internos a nivel del proceso intracelular, a nivel del plasma sanguíneo… para poder prevenir todos los rincones del cuerpo. Aun que el mas importante es la alimentación introduciendo dentro del organismo selenio, germanio, zinc, y también vitaminas como C y E, flavonoides, luteínas…
Gracias a la química, hoy sabemos que los radicales libres son la causa directa del envejecimiento celular, produciendo un deterioro del cuerpo humano.
Causas del envejecimiento precoz
El envejecimiento precoz, también conocido como envejecimiento prematuro, se refiere al proceso de envejecimiento que ocurre a un ritmo más acelerado de lo esperado para una determinada edad. Hay varias causas que pueden contribuir al envejecimiento precoz, algunas de las cuales incluyen:
- Genética: La predisposición genética juega un papel importante en cómo envejecemos. Si hay antecedentes familiares de envejecimiento precoz, es posible que una persona tenga más probabilidades de experimentarlo.
- Exposición al sol: La exposición excesiva y prolongada a los rayos ultravioleta (UV) del sol puede dañar la piel y acelerar el envejecimiento. La radiación UV puede desencadenar la formación de radicales libres en la piel, lo que puede dañar el colágeno y el ADN, lo que resulta en arrugas, manchas de la edad y pérdida de elasticidad.
- Tabaquismo: Fumar cigarrillos libera sustancias químicas dañinas en el cuerpo que pueden causar estrés oxidativo, reducir la circulación sanguínea y dañar la elastina y el colágeno en la piel, lo que contribuye al envejecimiento prematuro.Alimentación inadecuada: Una dieta pobre en nutrientes esenciales, vitaminas y antioxidantes puede afectar negativamente la salud de la piel y acelerar el envejecimiento.
- Estrés: El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud en general, incluida la salud de la piel. El estrés puede contribuir a la formación de radicales libres y a la inflamación, lo que puede acelerar el envejecimiento.
- Falta de sueño: La falta de sueño adecuado puede afectar la capacidad del cuerpo para repararse y regenerarse durante la noche, lo que puede tener un efecto negativo en la salud de la piel y contribuir al envejecimiento prematuro.
- Contaminación ambiental: La exposición constante a la contaminación del aire y otras toxinas ambientales puede dañar la piel y acelerar el proceso de envejecimiento.
- Consumo excesivo de alcohol: El consumo excesivo y crónico de alcohol puede deshidratar la piel y afectar su apariencia y salud general.
- Sistema inmunológico debilitado: Problemas de salud que debilitan el sistema inmunológico, como enfermedades crónicas, también pueden tener un impacto en el envejecimiento de la piel.
- Estilo de vida: Factores como la falta de ejercicio, la falta de cuidado de la piel y otros hábitos poco saludables pueden contribuir al envejecimiento prematuro.